domingo, 26 de septiembre de 2010

Conversión del actor Jim Caviezel, el Jesús de La Pasión de Mel Gibson







Entrevistado por José Martínez Colín


- Para saber, Medjugorje, que significa “entre montañas”, es un pueblo europeo situado en la parte occidental de Bosnia y Herzegovina, cerca de la frontera con Croacia. En esta localidad, presumiblemente, están aconteciendo apariciones de la Santísima Virgen María, y la Iglesia Católica ya está estudiando este fenómeno para poder declarar su autenticidad. En febrero de 2010 el actor Jim Caviezel, quien fue protagonista principal de la película “La Pasión” del director Mel Gibson, después de hacer su sexta peregrinación al Santuario de la Virgen María en Medjugorje, viajó a Viena donde concedió una entrevista a una revista. La entrevistadora le preguntó a Jim sobre su devoción religiosa. Él comentó que fue gracias a su esposa que pudo tener una conversión y acercarse a Dios. Antes pensaba que no tenía tiempo para dedicarle algo a Dios, pues trabajaba intensamente, incluso los siete días de la semana. Estando en Irlanda, su esposa lo animó a hablar con un joven que venía del Santuario de la Virgen, Iván. Este le habló con claridad: “Jim, el hombre siempre encuentra tiempo para aquello que ama. Si alguien que no tiene nunca tiempo conoce a una chica y se enamora de ella, siempre encontrará tiempo para ella. La gente no tiene tiempo para Dios porque no le aman. Dios te está invitando a rezar con el corazón”. Jim le preguntó: - “¿Cómo se supone que he de hacerlo?”

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- Le contestó Iván:- “Empezando a rezar”. En ese momento, dice Jim, las puertas de su corazón se le abrieron. Algo empezó a cambiar dentro de él. Su esposa le había querido enseñar en muchas ocasiones a rezar el Rosario, pero él nunca había querido aprender. Ahora ya quería rezar, aunque no sabía exactamente cómo hacerlo. Una mañana cuando iba al trabajo, le dijo al chofer que lo llevaba al rodaje: “No sé qué piensas acerca de esto, pero querría empezar a rezar el Rosario”. Para su sorpresa, él sólo dijo:- “De acuerdo, recemos”. Elige su camino En la entrevista habló del inicio de su vocación de actor. Comentó que tendría unos 20 años cuando algo interior le decía que su camino era ser actor. Habló con su padre, pero éste le dijo que si Dios le hablaba sería para que fuera sacerdote, pero no actor. Sin embargo él intuía que Dios lo quería como actor, siendo éste también un camino grato para Él. En ese entonces se dirigió al Santuario de la Virgen en Medjugorje y aprendió a rezar, pues no estaba acostumbrado. Ya de vuelta en su casa, trató de continuar: hacía su oración; con toda la familia vivían los sacramentos; mientras conducía el carro llevando a los niños al colegio rezaban juntos el Rosario. Gracias al rezo continuo del Rosario durante el rodaje, decía Jim, podía experimentar una gracia especial. Por ejemplo, sabía que no debía utilizar lenguaje grosero o ser maleducado con los otros miembros del rodaje. Y así se comportó. Gracias a su peregrinación al Santuario de la Virgen María dijo:

- “Experimenté la poderosa oración que es el Rosario y el regalo que tenemos cuando vamos a la Santa Misa cada día”. También explicó algunos detalles interesantes de la filmación, que continuaremos comentando, con lo que refleja cómo en cualquier profesión honesta es posible encontrarse con el Señor, recibiendo, además, las gracias necesarias para santificar ese trabajo y llevarlo a cabo de la mejor manera.


Ahora se le parece más


Fuente: www.expreso.com.mx/PortalNovo/sitio/nota.php

José Martínez Colín es sacerdote, Ingeniero en Computación por la UNAM y Doctor en Filosofía por la Universidad de Navarra Correo: articulosdog@gmail.com

viernes, 24 de septiembre de 2010

Un joven vuelve a la vida después de ahogarse cerca de Medjugorje




De visita en Medjugorje, un jovencito “muere” y regresa a la vida

Un joven, llamado Daniel, viajó a Medjugorje con su mamá, su papá y un buen amigo para el Festival de la Juventud que tuvo lugar del 31 de julio al 6 de agosto de 2010. Durante uno de los días de su peregrinación, hacia finales de la semana del festival, ellos decidieron viajar a la hermosa cascada de Kravice, localizada a diez kilómetros de Medjugorje, cerca del poblado de Mostar en Bosnia Hercegovina.
No eran los únicos [que estaban ahí] de peregrinación. Más de 50,000 jóvenes y más de 500 sacerdotes llegaron de todas partes del mundo para asistir al popular festival. Durante un largo encuentro a medio día, uno de los sacerdotes franciscanos de Medjugorje hizo un breve anuncio, pidiendo a todos que oraran por un joven llamado Daniel. Después hubo un silencio. No se dijo nada más. El sacerdote no compartió los detalles. Nadie sabía entonces por qué estaban orando por él.
Lo que la gente no sabía era que Daniel había estado nadando en las aguas de la cascada de Kravice y acababa de ahogarse. Había pasado siete minutos completos bajo el agua, cuando su amigo se percató que había desaparecido. Lleno de pánico, el amigo buceó bajo el agua, encontró a Daniel, lo sacó a la superficie y llevó su cuerpo sin vida hasta la orilla. El padre de Daniel, un médico, trató en vano de resucitarlo.
Recogieron el pesado cuerpo inerme de Daniel y lo llevaron en automóvil a la ciudad de Mostar, donde estaba el hospital más cercano, a una hora de camino. Pero la apariencia de Daniel era cadavérica. Sus pulmones estaban llenos de agua y cualquier ser humano que no ha recibido oxígeno durante veinte minutos o más, sufrirá inevitablemente un daño cerebral.
En el hospital, el personal médico bombeó el agua de sus pulmones e intentó todo lo posible para reanimarlo. Pero sus esfuerzos fueron en vano. Después de poco tiempo, el hospital lo declaró oficialmente muerto. Los padres de Daniel y su amigo se derrumbaron en el lugar, abrumados por el dolor y la impresión. [Pero] a la mañana siguiente, Daniel comenzó a moverse. Él dijo a su madre: "La verdad no te conozco, ¿pero podrías orar a Jesús conmigo?" Más tarde ese día, recobró totalmente la memoria y preguntó si podrían asignarle una cama más grande, porque no podía estirar sus piernas.
Un gozo y una gratitud indescriptibles brotaron desde la cama de hospital de Daniel, llegando hasta Medjugorje. Y para subrayar las bendiciones que provienen de la caridad, el padre de Daniel había pagado la peregrinación del chico que rescató a su hijo del agua.
En Medjugorje, los milagros abundan y éste es quizá el más llamativo hasta ahora. Por intercesión de María de Medjugorje y las oraciones de los fieles peregrinos, Jesús “resucitó” a uno de entre los muertos, tal como lo hizo cuando recorrió esta tierra hace 2000 años.
Publicado: El 23 de Agosto de 2010.
Esta historia verdadera fue escuchada de primera mano y transmitida por Nancy Latta, (traductora del Padre Jozo y fundadora de la Casa de Retiro de Nuestra Señora en Medjugorje) a Jordan Lindsey, un peregrino de Medjugorje y seminarista que estuvo presente durante ese Festival de Jóvenes.
Fuentes: blog medjugorjemiracles.com. Visiten su sitio Web enwww.christinewatkins.com.
Sor Emmanuel comentó el acontecimiento en la intervención que tuvo en mi Parroquia el 18 de este mes.

Más fuentes sobre el hecho comentado:

www.childrenofmedjugorje.com

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Mensaje de Benedicto XVI a los jóneves en 2010

Si quieres leer el importante mensaje del papa a los jóvenes en este año preparatorio de la Jornada Mundial de la Juventud, entra en esta página:

http://blogs.periodistadigital.com/jovenescristianos.php

martes, 14 de septiembre de 2010

Virtudes para tener personalidad


Un amigo de Internet me envía esta relación de virtudes que todo empresario ha de tener en cuenta si quiere triunfar. Vale para todo tipo de empresas, incluida la gran “empresa” que es el matrimonio y la familia. Los hijos desde niños deben ir aprendiendo a ser hombres de empresas ambiciosas y nobles. Le agradecemos a Francisco su aportación.

90 Virtudes y valores humanos imprescindibles, que los empresarios tienen que conocer y practicar, para intentar tener éxito en los negocios:
1. Abnegación. Se requiere hacer muchos sacrificios voluntarios o involuntarios, incluso muchas veces hacerlos por altruismo. Lo contrario es comodidad.
2. Agradecimiento. Se debe sentir y mostrar gratitud por el trabajo que le hacen y por los beneficios que recibe. Lo contrario es egoísmo.
3. Amabilidad. Tiene que ejercitar y comportarse siendo afable, complaciente y afectuoso. Lo contrario es descortesía.
4. Aprender. Siempre tiene que estar dispuesto a seguir aprendiendo, en una educación continua y escuchando todas las sugerencias que le hagan. Cuanto más sepa, más prosperará. Lo contrario es mantenerse o aumentar la ignorancia.
5. Aprovechar. Tiene que saber aprovechar muy bien las oportunidades, su tiempo y el de sus colaboradores, sacando el mejor provecho a los recursos humanos, financieros y materiales. Lo contrario es derrochar.
6. Arrepentimiento. Tiene que saber arrepentirse, privada o públicamente de los errores cometidos, bien sean propios o motivados por él. Lo contrario es el orgullo.
7. Autodisciplina. Junto con el autodominio, son dos de las virtudes más importantes, para saber actuar sin dejarse llevar por los vicios contrarios, como son la pereza, la holgazanería, etc. Lo contrario es el desorden.
8. Ayudar. Debe saber hacer el esfuerzo para cooperar, auxiliar o socorrer, cuando los demás lo necesitan o incluso adelantándose. Lo contrario es negar, abandonar o estorbar.
9. Bien común. Tiene que intentar que su empresa aporte algo positivo, para mejorar la sociedad, bien sea en productos o servicios. Lo contrario, hará que fácilmente caiga en el mal o en la indiferencia, hacia la sociedad.
10. Carácter. Le permitirá mantener que su si, es si, y que su no, es no, lo que le distinguirá positivamente de los demás y lo transmitirá a sus productos, servicio y a los demás. Lo contrario es flaqueza e ineficacia.
11. Coherencia. Para mantener la buena relación de unas cosas con otras, en una actitud lógica y consecuente, sabiendo distinguir entre lo importante y lo urgente. Lo contrario es incongruencia y caos.
12. Colaboración. Dándola y pidiéndola para formar buenos equipos, que naveguen todos y siempre en el mismo rumbo empresarial. Lo contrario es individualismo y egoísmo.
13. Conciencia. Debe conocerse a si mismo, interna y externamente y reflexionar sobre el bien y el mal de sus actividades. Lo contrario es insensibilidad.
14. Confianza. Teniéndola sobre si mismo y sobre lo que está haciendo, para que le de fuerza el hacer las cosas. Los negocios deben hacerse, la mayoría de las veces en función de la mutua desconfianza. Lo contrario es inseguridad.
15. Conocimiento. Es imprescindible e indispensable, estar al día a través de la educación continua, de todo lo relacionado con el negocio. Activando el entendimiento, la inteligencia y la razón natural. Lo contrario es ignorancia.
16. Constancia. Debe ser firme y perseverante en los objetivos, resoluciones y propósitos acordados. Lo contrario es flaqueza e inestabilidad.
17. Control. Para los propios actos personales y los internos y externos del negocio, desarrollado en todos los niveles, para evitar que las cosas se vayan de las manos. Lo contrario es negligencia o descuido.
18. Cooperación. Es la base para formar equipos con el personal, proveedores y clientes y conseguir los objetivos. Ofrecer antes de recibir. Lo contrario es egoísmo e inhibición.
19. Cortesía. Es una de las demostraciones de la buena educación, al manifestar atención, respeto o afecto hacia otras personas, máxime cuando no se lo merecen. Lo contrario es tosquedad y ordinariez.
20. Criterio. Una de las virtudes más difíciles de demostrar diariamente y en todos los actos del negocio. Es la norma que con juicio y discernimiento, permite conocer la verdad. Lo contrario es insensatez e inmadurez.
21. Decisión. Pero siempre acompañada del conocimiento. Acelerarse conduce a errores. Apuntar bien, pero disparar cuando haya certidumbre. Lo contrario es flaqueza y apatía.
22. Desprendimiento. Obrar con despego, largueza y desinterés por las cosas, aunque suponga saber perder. Lo contrario es tacañería, avaricia y egoísmo.
23. Dialogar. Hablar y escuchar alternativamente como las personas de bien, las ideas de cada uno, buscando la avenencia coherente. Lo contrario es falta de comunicación.
24. Diligencia. Hacer las cosas bien con prontitud, cuidado y agilidad. No es conveniente hacer las cosas mal, pero deprisa. Lo contrario es pereza.
25. Disciplina. Hacer las cosas siempre de acuerdo con el orden establecido. Es uno de los principales cimientos, donde se asientan muchas de las otras virtudes y valores. Lo contrario es desorden.
26. Discreción. Relacionada con la sensatez, la prudencia, y la reserva para formar opiniones y tener mucho tacto al hablar u obrar. Lo contrario es imprudencia pudiendo ser temeraria.
27. Educación. Tanto en la formación profesional, como en la manera de de comportarse con los colaboradores, proveedores, clientes y socialmente. Lo contrario es grosería o zafiedad.
28. Ejemplo. Para que otros se sientan inclinados a imitar lo realizado, si es bueno y honesto, o para que eviten caer en lo opuesto. Lo contrario es escándalo.
29. Entrega. Hay que tener pasión sana, por lo que se hace o se quiere hacer, poniendo mucha atención, interés y esfuerzo. Lo contrario es pasar o abandonar.
30. Entusiasmo. Hacer las cosas que admire o cautive, con exaltación y fogosidad de ánimo, de forma fervorosa, que le mueva a favorecer los objetivos. Lo contrario es apatía y desánimo.
31. Escuchar. Prestando atención a lo que le dicen intentando entenderlo. Escuchar bien, suele ser mas difícil que hablar. Lo contrario es ignorar.
32. Esfuerzo. Es necesario aplicar toda la posible energía, vigor, ánimo y valor para vencer las dificultades y conseguir lo propuesto. Lo contrario es dejadez o desistir.
33. Espíritu crítico. Las críticas principales tienen que llegar de la propia persona, las del exterior puede que no le lleguen. Es bueno cuestionarse y cuestionar, todas las acciones personales y las realizadas para el negocio. Lo contrario es pusilanimidad.
34. Estudio. Hay que dedicar muchas horas semanales a la formación y a la educación continua, para estar al tanto de lo que hay y de lo que se avecina. Lo contrario es descuidarse o abandonarse.
35. Examen interno. Hacerlo con un sistema, que no deje resquicios a los olvidos o a la pereza de enfrentarse a situaciones propias, por muy desagradables que sean. Lo contrario es irreflexión o despreocupación.
36. Ética. Las acciones, productos y servicios si son hechos bajo esta premisa moral, siempre darán buenos frutos. Donde falta la ética entran los problemas. La ética siempre paga buenos dividendos, Lo contrario es Corrupción.
37. Familia. El principal objetivo de un negocio es la mejora de la familia, por lo que no puede ser un obstáculo, para que la familia se destruya. Hay que equilibrar muy bien el negocio con la familia. Lo contrario es abandono familiar.
38. Fidelidad. Es muy importante ser leales con las personas e incluso con las empresas relacionadas. La fidelidad también paga buenos dividendos. Lo contrario es deslealtad o traición.
39. Formación. Juntamente con el estudio y la educación, deben ser valores para tener muy presentes, si se pretende que la empresa funcione y prospere. Lo contrario es ignorancia.
40. Fortaleza. Esta virtud humana sirve para que con la fuerza y vigor que produce, poder vencer el temor y saber huir de las malas tentaciones morales y profesionales. Lo contrario es debilidad o flaqueza.
41. Generosidad. Tiene que ir con largueza delante o al lado de la caridad, nunca detrás, pues se antepone a la utilidad y al interés. Lo contrario es tacañería, mezquindad o egoísmo.
42. Gratitud. Dicen que ser agradecidos es de bien nacidos, pero hay que demostrarlo y comunicarlo. Si es posible, devolver a otros los beneficios que gratuitamente hemos recibido. Lo contrario es deslealtad.
43. Honestidad. La forma de hacer negocios, que estén relacionados con la honradez, el recato, la justicia, la razonabilidad, la rectitud y la decencia. Lo contrario es inmoralidad, maldad o desvergüenza.
44. Honor. Mantenido en la palabra dada y en la reputación, para cumplir con los compromisos y deberes del prójimo y de uno mismo. Lo contrario es vileza, bajeza o indecencia.
45. Honradez. Tanto en el trabajo realizado, en el precio y plazo acordado, en los salarios pagados y en el beneficio obtenido. Lo contrario es inmoralidad o deshonra.
46. Humildad. Para conocer las propias limitaciones y debilidades y obrar en consecuencia, sin que sea falsamente, para no engañar a los empleados, clientes y proveedores. Lo contrario es soberbia, altanería u orgullo.
47. Imagen. Tratar de mantenerla buena, ante la sociedad que le rodea, en el aspecto personal, familiar, social y profesional. Lo contrario es abandono o dejación.
48. Justicia. Dando a cada uno lo que le corresponde o pertenece, en función de su derecho, la equidad o la razón. Lo contrario es parcialidad o arbitrariedad.
49. Lealtad. Soportada en la fidelidad, en el honor, en la hombría de bien, en el amor, en la legalidad, en la verdad y en la gratitud. Lo contrario es traición, hostilidad o animosidad.
50. Liderazgo. Demostrándolo continuamente, para dar ejemplo y arrastrar hacia otras virtudes y valores humanos a los colaboradores, clientes, proveedores y a la sociedad. Lo contrario es subordinación, sumisión o dependencia.
51. Madurez. Demostrando continuamente la plenitud vital indispensable, sensatez, buen juicio y prudencia. Lo contrario es inexperiencia.
52. Moderación. Haciendo que las palabras y las acciones sean con cordura, discreción y templanza. Lo contrario es desenfreno, abuso o exceso.
53. Obediencia. Practicándola por jerarquía, cortesía o reconocimiento, sin que suponga sometimiento. Lo contrario es indisciplina.
54. Objeción de conciencia. Derecho irrenunciable que tienen todos los empresarios, para no realizar negocios que vayan en contra de la moral, de la ética, de las leyes o de las buenas costumbre. Lo contrario es aprobación o conformidad.
55. Objetivos determinados. A los que deben ajustarse todas sus acciones, para evitar distracciones o desviaciones no previstas. Lo contrario es irreflexión o ligereza.
56. Optimismo. Actitud y propósito para ver y juzgar con realismo las cosas en su aspecto más agradable. Lo contrario es negativismo.
57. Orden. Haciendo primero lo primero, y en el lugar que a cada cosa le corresponde. Pero sabiendo lo que se hace, se dicta, se obedece y se ejecuta. Lo contrario es anarquía.
58. Paciencia. Teniendo que padecer o soportar algo sin alterarse, sabiendo esperar, aunque sea pesado o minucioso. Lo contrario es atolondramiento.
59. Palabra de honor. Demostrando que el si es si y el no es no en las acciones, testimonios, promesas u ofertas. Lo contrario es engañar o decepcionar.
60. Perdón. Sabiéndolo otorgar aunque duela, si previamente ha habido una razonable petición e intención de restitución. Lo contrario es castigo, venganza o represalia.
61. Perfección. Intentando continuamente hacer lo mejor posible las cosas, con superación y eficacia. Algunas veces pudiera ser enemiga de lo mejor. Lo contrario es fealdad o “yavalismo”
62. Perseverancia. Intentando mantenerse constante en una actitud u opinión que se ha comenzado. Lo contrario es abandono o inconstancia.
63. Prever. Intentado ver con anticipación lo que posiblemente pueda suceder, estudiando las señales, indicios, estadísticas, etc. y poder así tomar las correspondientes medidas. Lo contrario es despreocupación o desconocimiento.
64. Prójimo. Considerando al colaborador, cliente y proveedor con solidaridad humana. El mercado es la suma de muchos prójimos, a los que hay que tratar como si fuera uno mismo. Lo contrario es distante o desconocido.
65. Prudencia. Para discernir y distinguir lo que es bueno o malo, y así poder seguirlo o huirlo. Está relacionada con la templanza, la cautela y la moderación. Lo contrario es desenfreno.
66. Puntualidad. Teniendo en cuenta que el tiempo es oro, armonía familiar y social, para uno mismo y para los demás. Nadie tiene derecho a robar impunemente el tiempo ajeno. Lo contrario es informalidad, abuso, desconsideración.
67. Rectitud. Haciendo y diciendo las cosas con justicia, exactitud, razón, justificación y conocimiento. Lo contrario es arbitrariedad, parcialidad o desequilibrio.
68. Reflexión. Para poder tomar más sabiamente las decisiones y para persuadir o convencer a los colaboradores, clientes y proveedores. Lo contrario es negligencia.
69. Respeto. Haciendo todos los negocios y manteniendo las relaciones personales con miramiento, consideración y deferencia. Lo contrario es insolencia o descortesía.
70. Responsabilidad. Asumiéndola en las duras y en la maduras, principalmente en las acciones realizadas voluntariamente, aunque hayan salido mal. Lo contrario es inmadurez, imprudencia o insensatez.
71. Sabiduría. Intentando alcanzarla a través del estudio, que profundice en el conocimiento necesario, lo que le permitirá realizar los negocios de forma prudente. Lo contrario es ignorancia, desconocimiento o ineptitud.
72. Sacrificio. No huir de la abnegación que pueda suponer el esfuerzo que demanda el negocio, incluso pensando en la recompensa por el trabajo bien hecho. Lo contrario es comodidad.
73. Salud. Intentando mantenerse en perfectas condiciones físicas, mentales y espirituales, para poder realizar con plenitud todas las tareas necesarias para el negocio. Lo contrario es desarreglo, desorden o ruina.
74. Secreto. Sabiendo conservar, reservar y ocultar, cuidadosamente y con sigilo, los conocimientos relacionados con el negocio. Lo contrario es imprudencia, descuido o locuacidad.
75. Sencillez. Intentar hacer los negocios de forma natural, sin ostentación, doblez, ni engaños. Evitando la ostentación y los adornos. Lo contrario es soberbia o exageración.
76. Sensatez. Haciendo las cosas con prudencia y buen juicio, siempre de acuerdo con las normas, usos y costumbres del negocio, para no poner en riesgo el patrimonio, ni a los empleados, proveedores y clientes. Lo contrario es irreflexión, dislate o candor.
77. Seriedad. Demostrándola de forma real y sincera, en la forma de proceder en todas las acciones del negocio, sin que haya engaños, burlas o dobleces. Lo contrario es irresponsabilidad, ligereza o frivolidad.
78. Servicio. Entendiendo que es una de las características, que más aprecian los empleados y clientes y que puede definir el ser o no ser del negocio. Lo contrario es desamparo, desidia o indolencia.
79. Sinceridad. Expresándose con sencillez y verdad, sin fingir en lo que se dice o se hace. La verdad hace libre al empresario, no las medio verdades o medio mentiras. Lo contrario es hipocresía, doblez o malicia.
80. Solidaridad. Sabiendo aplicar esta variante de la caridad, en las inquietudes o problemas de los empleados, clientes y proveedores. Hoy por ti, mañana por mí. Lo contrario es egoísmo o indiferencia.
81. Sufrimiento. Llevando con paciencia, conformidad y tolerancia, los malos momentos del negocio, pero sin desviarse por ellos de los objetivos propuestos, pues siempre habrá momentos que hay que superar. Lo contrario es insolencia o intransigencia.
82. Templanza. Moderando los apetitos y el mal uso de los sentidos, sujetándolos a la razón con sobriedad y continencia. Lo contrario es desenfreno, exceso o abuso.
83. Tiempo. Buscando un equilibrio entre el dedicado a la familia, al negocio, al esparcimiento y a la formación profesional y religiosa. Todos tenemos 24 horas y las podemos administrar. Lo contrario es descontrol o egoísmo.
84. Tolerancia. Respetando y sufriendo con paciencia las ideas, creencias u opiniones de los empleados, aunque sean diferentes o contrarias a las propias. Lo contrario es tiranía, intransigencia o terquedad.
85. Trabajo. Procurando dignificarlo religiosa y socialmente, en beneficio propio y de los empleados. Lo contrario es holgazanear o vaguear.
86. Trato. Procurando el buen comportamiento con los empleados, clientes y proveedores, demostrando una buena educación. Lo contrario es hostilidad o brusquedad.
87. Valor. Demostrando mucha entereza de ánimo, para cumplir los deberes con los empleados, clientes y proveedores, sin arredrarse por asumir los riesgos bien estudiados. Lo contrario es cobardía, timidez o temor.
88. Verdad. Mantener siempre lo que se dice, siente o piensa, aunque cueste disgustos. Lo contrario es mentira, falacia o engaño.
89. Vergüenza. Tener el pundonor de reconocer, interna o externamente por las faltas cometidas, o por acciones deshonrosas, propias o ajenas. Lo contrario es descaro, impudor o cinismo.
90. Voluntad. Ejercitar el libre albedrío, para decidir la propia conducta, sin dejarse presionar por las circunstancias o por terceros. Lo contrario es indiferencia, debilidad o desgana.
La disciplina es la virtud que elegiría sin lugar a dudas, como la más importante para el empresario. Cuando esta virtud no está fuertemente cimentada, será imposible edificar sobre ella las otras virtudes y valores humanos, imprescindibles para su éxito. Si está bien asentada, será la virtud en la que se puedan sustentar casi todas las otras, indispensables para ser un buen empresario.
Si tiene algún comentario, por favor escriba a francisco@micumbre.com

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Publicado por FORO HUMANITAS para FORO HUMANITAS el 9/13/2010 12:41:00 PM